El denominado ojo seco es una de las patologías más frecuentes en oftalmología. Se caracteriza por síntomas de cuerpo extraño, “arenilla”, malestar, fatiga visual y necesidad de parpadeo más frecuente y lágrimas artificiales.
Esta patología puede presentarse aislada o relacionada con enfermedades reumatológicas y existen diferentes escalones terapéuticos: lubricación ocular con diferentes lágrimas y geles, tapones lagrimales e incluso antiinflamatorios como corticoides tópicos en tandas cortas o colirio de ciclosporina al 0,05%. En casos muy severos planteamos el uso de derivados sanguíneos (colirio de suero autólogo).
VOLVER A PATOLOGIAS