Es una de las afectaciones corneales infecciosas más frecuentes y se trata de la inflamación de diferentes capas de la córnea generalmente por el virus herpes simple tipo 1 y virus varicela zoster.
Puede aparecer como una afectación sólo del epitelio corneal (úlcera de forma ramificada tipo “dendrita” ), con síntomas de dolor y sensibilidad a la luz y se trata con fármacos antivirales tópicos generalmente con buena respuesta.
Puede afectar a otras capas de la córnea (queratitis estromal o endotelial) y ya hay que plantear antivíricos orales durante un tiempo (semanas-meses) además de corticoides tópicos. Esta forma de afectación corneal tiene tendencia a recidivar , de ahí que se requiera seguimiento estrecho para prevenir o tratar cuanto antes los nuevos brotes y así minimizar la pérdida visual por cicatrices corneales y vascularización.
En casos muy avanzados y con cicatrices extensas corneales el único tratamiento es el trasplante corneal.